domingo, 12 de diciembre de 2010

Carta al Polo Norte

Querido Papá Noel:
Este año he hecho varias amigas, pero quiero hablarte sobre dos especialmente, son Ana y Mia; son dos princesas ¿sabias? y además están ayudándome a ser una princesa tmb, me ayudan en mi camino de la perfección; Ana no me deja comer, aunque cuando como acudo a Mia para que me ayude a desacerme de esa comida que mi cuerpo no necesita para nada; y después de eso, lo más increible es que Ana no se enfada conmigo, sno que me tiende su mano para ayudarme a empezar de nuevo. Aunque... hay bastantes veces que las he fallado, que no las he escuchado a ellas, sino a mi estómago y solo he pensado en mí, pero cuando después iba a la váscula y veía que marcaba un número mayor al que me mostró la última vez, comenzaba a llorar, a odiarme, y entonces ellas venían corriendo a consolarme, y a decirme que siempre estarán conmigo, y que con ellas lograré que mis sueños se hagan realidad. Ellas son la razón por la que este año no voy  a pedirte juguetes, colonias, videojuegos...este año te pido: fuerza de voluntad, para poder levantarme todas las mañanas, y pasar infinitas veces por la cocina sin entrar a deborarme la nevera; ganas de vivir, ya que las mías las perdí, ya que lo único que me mantenía en pie se esfmó, y aora solo puedo mantenerme en pie unos instantes mientras pienso en mi futuro como princesa; razones para reir, proque ahora me río sin ganas, y cuando lo hago es para ocultar mis ganas de llorar; y por último y lo más importante, es que me ayudes a no separarme nunca de mis amigas Ana y Mia, porque sin ellas no sabría que hacer. Espero que no te importe que este año en vez de leche con galletas, te deje todos los kilos que no quiero volver a ver en mi cuerpo, me gustaría que te los llevaras al Polo Norte, y los encierres para que no puedan volver a mí, ya que ellos entán constantemente intentando entrar en mí, y yo estoy echándolos cada dos or tres.
Firmado:  Una princesita que busca alcanzar su sueño
P.D.: Sé que es bastante imposible, pero... el mejor regalo que podrías hacerme sería que J--- me quisiera, es el único que realmente quiero, ya que él es mi razón para sonreir, él me da la fuerza de voluntad suficiente para no comer, él me da ganas de vivir, y él es la razón por la que nunca dejaría a Ana y Mía, ya que necesito ser un Princesa para que él sea mi Príncipe.

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